ESCUELA PRIMARIA DAMBOU TOURA DRAME PARA NIÑOS SENEGALESES

Al observar por primera vez el plano de la ciudad de Marsassoum, se percibe una edificación dispersa, ordenada mediante una retícula de calles que estructura el territorio.

Esta organización remite a la vivienda tradicional senegalesa: una casa fragmentada en distintos módulos dentro de una misma parcela, donde el espacio libre adquiere un protagonismo central.

En los primeros asentamientos del pueblo, las viviendas se implantaban alrededor de un árbol y un pozo, que conformaban el núcleo social y simbólico de la futura plaza. Todas las unidades habitacionales se organizaban entorno a este espacio central, formando un anillo único de casas.

Este mismo principio de organización arquitectónica se adopta en la configuración de la escuela. El gran árbol se convierte en el eje del proyecto: un punto de encuentro central que estructura la intervención. A su alrededor se disponen los cultivos y los módulos (espacios privados), que definen las distintas aulas, el comedor y las zonas comunes (espacios abiertos), todos ellos integrados en una retícula ortogonal.

Los módulos, de 2,8 x 5,8 metros, albergan funciones más privadas, destinadas a actividades específicas como biblioteca, cocina, oficina, almacén y letrinas.

Los cultivos—maíz, sorgo, arroz y mijo—están vinculados a las aulas, permitiendo a los estudiantes aprender nociones básicas de agricultura y, al mismo tiempo, contribuir a su propia alimentación.

Las aulas se organizan en pares y están separadas por elementos verticales plegables, lo que permite una mayor flexibilidad espacial y funcional.